La pretensión de equiparar la economía casi a una ciencia exacta se ha desvanecido. Una nueva mirada menos categórica (y quizá más plural) intenta abrirse paso.
Las propuestas en favor de la banca pública parecían condenadas a moverse solo en los márgenes, pero la dificultad de privatizar Bankia y la pandemia han reabierto el debate.